Opinión Misterios de la zona colonial: cuentos de Arlene Sabaris

jueves, 20 de febrero de 2020

Misterios de la Zona Colonial: Cuentos
Este libro formó parte de la lectura conjunta de este año y adjunto mi opinión tal  y en el orden en que se me pidió, pero para poder pasarla al blog he decidido corregir algunas partes y extenderme en otras.

Breve sinopsis

Cuentos breves que tienen como protagonista la ciudad colonial y sus viviendas.

Opinión general

En este libro tenemos una colección de cuentos ocurridos en diferentes tiempos y distintos personajes sin interacción; el único factor común que los une es haber vivido su historia en la ciudad colonial.

Desde el prólogo, la autora nos avisa que las historias han sido inspiradas en hechos reales y que nos asustaremos con el contenido del libro, algo que te incita a descubrir si será verdad.

Al principio me gustó que usó el prólogo para describir brevemente la ciudad colonial. Es decir, origen y años transcurridos desde su fundación, al mismo tiempo, lo hallé demasiado breve y se siente muy vacío. No me refiero a que se tomara 3 páginas describiendo cada parte de la ciudad, pero conforme fui leyendo la antología vi la necesidad de que el prólogo hubiera sido un poco más significativo; como mencionar la iglesia, algunos lugares históricos, establecimientos cercanos y luego explicar que está basado en hechos reales para que los lectores podamos partir con el escenario en mente y hubiera sido más efectivo a la hora de inducirme el miedo, pues ya tendría información suficiente del elemento principal, sólo faltaba la atmósfera que se acoplaría con las historias y sus personajes y eso bien pueden darlo los relatos.

Eso me lleva a la siguiente parte... Las introducciones a cada cuento.

He leído antologías antes y es la primera vez que, antes de sumergirme en la historia, el escritor se tomara el tiempo de adoctrinarme sobre lo que se supone voy a aprender en lugar de dejar que lo cuente la historia por sí misma. Más bien yo diría que esos pequeños espacios están ahí para abultar más las páginas del libro y no para enriquecer la historia, ya que, desde mi punto de vista, le quita méritos. Como lectora, cuando tomo un libro, no me gusta que el autor me diga a la cara lo que voy a aprender, me gusta notarlo por mí misma mientras leo.

Esa es otra de las razones por las que creo que hubiera valido la pena más un prólogo descriptivo en lugar de esas pequeñas introducciones que un lector bien puede elegir saltarse.

En cuanto a verosimilitud tengo algunos problemas con estas historias. Voy a destacar a dos de los primeros cuentos.

Sueños recurrentes

En este cuento se supone que una chica sufre el mismo sueño cada noche en donde alguien la persigue para matarla, es entonces que unos “estudiantes de psicología” deciden probar lo aprendido en la materia usándola a ella de conejillo de indias (más o menos así). Aquí encontré la más grande inverosimilitud hasta el momento. No es ni remotamente creíble que unos supuestos estudiantes de Psicología salieran con conclusiones sacadas de una sesión de espiritismo a una posible paciente, ¿realmente son estudiantes de psicología?

“(...) quizás Katia experimenta las sensaciones de alguien más en ese lugar o las suyas propias en el futuro.”


“Lo que quiero decir es que quizás estás recordando tu muerte en una vida pasada”

Sólo por recalcar algunas charlas en donde denota que eran más estudiantes de santería que de psicología. ¿En qué clase de universidad estudian estos muchachos para sacar teorías como esta? ¿Qué pasa con la teoría de Freud sobre el sueño, con la teoría de Jules Baillarger, con la de Hipócrates, en donde se juzgaba qué tan bien o qué tan mal estaba una persona dependiendo de lo que soñaba? Así podemos seguir con Platón y otros filósofos que opinaron sobre lo que puede estar pasando el ser humano una vez que cerramos los ojos. Pero no, estos supuestos estudiantes se fueron por las teorías menos científicas y debatían si era un mensaje del más allá o del más acá.

La primera impresión es que el tema no se investigó lo suficiente, y si hubo investigación, al menos no se hizo de la manera correcta.

La dama colonial

Mi problema con la inverosimilitud de estas historias recae más a partir de este capítulo. Este cuento pudo haberme convencido, estaba en buenos pasos, buenas descripciones, entorno lúgubre... Pero ese “madre” de la boca de una adolescente de 16 años terminó por sacarme de contexto en todo. Puede sonar ridículo, pero más abajo explico cuál es mi problema con esto.

Me tengo que creer que una jovencita, nacida y criada en mi país (no deja claro si es lectora muy aguda tampoco), de 16 años, como se especifica en la obra, tenga el vocabulario de una erudita de más de 20 y se refiera a su progenitora como “madre” cuando yo, a esa edad todavía llamaba a mi progenitora “mami”, algo muy popular dominicano y que se sigue usando no importa a donde vayas.
Sí, seguramente me dirán algunos que a esa edad hablaban con las comas y las eses y las erres en su lugar, no digo que no, yo también lo hacía, pero se supone que la historia transcurre en República Dominicana, hablar fino es una excepción, no la normalidad en una joven de 16 años, clase pobre-media.

El cuento entero está narrado desde su punto de vista y no se siente que sea alguien joven como describe la autora, se siente como si lo contara una mujer de más de 20 y, además, escritora. Tal vez si hubiera optado por una narración en tercera persona le hubiera ido mejor y fuese mucho más creíble.
En resumen: escritora presente y ausencia del personaje.

Los demás cuentos: La niña (sufre del mismo mal, pero aquí, por lo menos, se cuenta en modo de retrospección cuando ella ya es adulta). Vecinas y El soplo las disfruté más y fueron de las más cortas.

Aspectos positivos

La autora sabe escribir, se nota. Tiene buena narración, puede leerse de manera fluida y hallar coherencia en sus composiciones. Eso me gusta a la hora de leer.

Aspectos negativos

Mi problema radica en que la antología está situada en la zona colonial con personajes dominicanos que no se sienten como dominicanos. Me parece que la autora bebe mucho de la narrativa angloparlante, algo que no está mal, después de todo el mercado está abarrotado de su influencia. Muchos comenzamos la lectura con traducciones de escritores anglosajones y es normal que se nos adhiera el escribir y hablar como ellos. De hecho, si la antología hubiera tomado como escenario cualquier otro país fuera de Latinoamérica no me lo hubiera encontrado mal, hubiera disfrutado mucho más descubrir a esta autora (pues es la primera vez que la leo).

Mi descontento es cuando se toma un escenario en RD (zona colonial) y los personajes no se sienten que pertenecen a dicha zona. Ninguno de los personajes es dominicano como quiere hacernos creer el título y la misma descripción. No hubo ni una sola expresión en la que yo pudiera localizar a los personajes como dominicanos sin que la autora nos recuerde que están en la zona colonial (y dicho sea de paso, los cuentos de la zona colonial sólo tienen el nombre, porque las descripciones del lugar son casi nulas, bien pudieron haber transcurrido en cualquier barrio de cualquier país del mundo y para una antología que dice que los cuentos ocurren en la zona colonial, pues deja mucho, pero mucho qué desear). Ningún gesto propio de nuestro país. Todos hablan igual, se expresan igual y tienen una manera de hablar que no es típica ni del país ni de la edad (de aquí mi problema con el cuento La dama colonial).

Observaciones

Autores como Gabo, Pedro Peix, Avelino Stanley y Juan Bosch son buenos ejemplos de escritores que mezclan un lenguaje culto sin dejar de lado el coloquio de sus respectivos países y pueblos. Es por eso que cuando los leo siento una calidez propia que sabe a hogar. Cuando vi este libro pensé que sería igual y que me sumergiría profundamente en una narrativa completamente ambientada a esta parte del mundo, como bien lo hacen los autores ya mencionados.

Arleny Sabaris me parece una buena escritora, se nota que ha leído mucho y ya comprobé que su narrativa es disfrutable. Como dije, mi problema con la historia en específico está en que los personajes no me parecieron creíbles en ningún momento y las descripciones del escenario son casi nulas, quizá los dos últimos cuentos, esos me parecieron más pasables.

Creo que si veo un libro de la autora lo compraría, pero si es un libro ambientado en mi país, con este tuve un mal sabor de boca.

-El tema de los sueños y el lenguaje de estudiantes de psicología, deben abarcarse mejor si se quiere hacer una trama sobrenatural basándose en teorías científicas.

-Que los personajes sean verosímiles con la edad, aún sean ellos los narradores. Existen recursos que pueden explorarse.

-Para ser un libro ambientado en RD le falta jerga de la región.

Y bueno, esa ha sido mi opinión sobre el libro. ¿Ya has leído esta antología?

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