Opinión: Clemencia de Ignacio Manuel Altamirano

SINOPSIS

México está pasando por un momento de guerra contra los franceses. Los patriotas luchan para mantener su soberanía. Es durante este tiempo que Francisco Flores, uno de los hombres más apuestos del cuerpo militar y que goza de una suerte envidiable, tanto  en el ámbito social como sentimental, y su amigo Fernando Valle, sujeto que es todo lo contrario a su amigo, conocen a dos mujeres que de maneras diferentes despierta una pasión distinta en cada uno, pero Clemencia es sin duda la que más turba a Fernando, dejándole una sensación extraña al conocerla.

Es así que mientras uno busca divertirse con cualquiera de las damiselas, el otro busca al amor, sin saber que sería utilizado para despertar los celos en su apuesto amigo por aquella mujer tan pasional y llena de patriotismo, como lo es Clemencia.

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MI OPINIÓN

La novela es tan fluida que lees varios capítulos sin notarlo. Me sumergí en la lectura porque de inmediato me da indicios de lo que pasa y del porqué pasa. Goza de una mezcla muy coherente entre el romance y el patriotismo y es algo que me encantó, porque puede descubrirse en los personajes carácter y forma, redondees para saber lo que los rige y si son fieles a sus principios.

En esta novela encontramos personajes que aman, pero que tienen otros valores por encima del amor y eso me ha encantado en esta novela.

Otra cosa que me encantó en primera instancia es que no te dejan claro de inmediato quien es el protagonista verdadero de entre los dos amigos hasta que la novela va tomando su curso y te das cuenta por ti mismo. Como se trata de un clásico ya la gran parte sabe quién es nuestro hombre principal o no te enteras hasta que alguien más te lo cuente.

Es por ello que me gustaría decir que Altamirano expuso su pasión patriótica dentro de esta novela, llenó las personalidades de cada uno y los convirtió en individuos en lugar de mero objeto de pasión entre hombre-mujer. Lo poco que he llegado a saber de este escritor es que era un gran patriota y que estuvo involucrado en la política. Fue un hombre que vio en la escritura un medio para despertar el amor patrio entre los demás de su época, especialmente en la juventud, y obras como Clemencia pueden lograr su cometido en corazones apasionados por sus raíces, tal vez no de manera tan impactante como en otras novelas, pero si lo suficiente para hacerte pensar.

Yo suspiré, amé y odié a varios de los personajes principales, especialmente sentí rabia contra Clemencia al ser una mujer que se jacta de muy vivaz e inteligente, pero que, contradictoriamente, se deja influenciar por la belleza que ven sus ojos sin ir más allá.

Indirecta mente ella es la culpable de todo; alguien que es capaz de llevar a los extremos a un hombre sólo por ganar su amor, tal como Altamirano exponía su amor hacía su patria, convirtiendo a Clemencia en una representación de México y a él en el soldado aguerrido, pero enamorado que es capaz de todo por ella, a pesar de la ingratitud de su propia patria.

Se supone que la novela es narrada en segunda persona por medio de alguien que conoció a los implicados, aunque no estuvo involucrado de manera directa con la historia, por lo que una critica en contra es que parece más un testigo omnisciente que un testigo físico. Es decir, nuestro Doctor (narrador) tiene información que no es lícita para ningún narrador en segunda persona, a menos que viva los hechos con los personajes, se lo cuenten o lo lea por medio de un diario.

Sabe información demasiado personal y crítica de la novela, algo que sólo es aceptado para narradores en primera o tercera persona.

Varias de estas licencias que Altamirano se tomó a la hora de esta escritura fueron explicadas por medio de una nota en donde justifica el porqué narró las cosas de esa manera y pide la consideración de los lectores.

Poniéndolo de esa forma, está bien. No es como si él no supiera que el narrador en segunda persona no puede ser omnisciente. Lo sabía y por eso explicó el hecho de narrar de manera diferente. Yo le concedo esa consideración porque, al menos, deja claro que él es consciente de lo que hizo y del porqué lo hizo así.

Total, las reglas en el arte se aprenden para saber como deconstruirse. No tengo nada en contra de la experimentación.

Es una novela que me ha gustado y me ha hecho sufrir; especialmente por Flores y Valle, dos personajes tan distintos en carácter y en belleza física.