¿Amor entre un humano, un vampiro y un hombre lobo?

domingo, 17 de diciembre de 2017



Nunca he ocultado mi desagrado por este típico cliché entre los clichés, pero está vez quiero dejar constancia en el blog acerca de lo que realmente pienso del tema.

Ante todo, lo entiendo. Este tipo de lectura fomenta la imaginación y juega con nuestras zonas erógenas. Nos excita jugar con el peligro del lobo y la caperucita; abrazar la historia en donde un ser fantástico, poderoso y "guapo" también es capaz de entregarse al amor y darlo todo por esa mujer a la cual ama con locura mientras lucha con sus "instintos". Incluso puedes dejar de lado la trama para prestar atención a ese efecto monstruo-domado (no puede quedarse atrás).

Y para no sonar aguafiestas, digamos que puedo leer una novela en donde se aborde ese tema sin sentir ganas de tirar el libro por la ventana. Digamos sobre la existencia de un libro en donde paso por alto la historia de amor de un espectro y una humana porque la trama es muy buena y atrapante. Tampoco digo que no pueda existir una historia con está temática abordada de manera decente; por ejemplo, la película Hombre lobo de 1941 y su respectiva secuela en 2010 con Benicio del Toro (de mis favoritas y ¿gusto culposo?); o Déjame entrar, quien juega con este morbo.

Para mí esos son ejemplos perfectos de historias romántizadas y bien tratadas.

Mi problema con el género radica en lo siguiente...

Que un vampiro y un hombre lobo se disputen el amor de un humano (que básicamente es su comida favorita) solo porque sí... ¿Es en serio?

Un vampiro Jamás te amaría, te comería, y lo mismo pasa con los hombres lobo. Entonces no entiendo porque en cada nueva historia el humano protagonista tiene un séquito de vampiros hormonados y hombres lobo domesticados babeando por su cuerpecito como si no existieran más criaturas en el harem.

No, de verdad: ¿Qué no hay más criaturas en el harem? 

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¡Quieto ahí, vampiro!

Dentro de una misma novela puedo pasar por alto que UNO sea capaz de enamorarse de un humano, uno puede ser la excepción siempre y cuando esa atracción sea justificada; Pero no, TODOS los vampiros y hombres lobo de la historia terminan enamorándose y, para no variar nada en el asunto, se debe disputar con otra criatura a la misma "comida".

Es como si yo me enamorara del pollo que sirven en mi comida.

¿Saben lo cruel que es ver crecer a un pollito para que al final te lo sirvan en un plato, acompañado de arroz y habichuelas? A veces en una sopa, pero ese no es el punto. En mi casa yo era una excepción a la regla, pues nunca he podido comerme algo que previamente he visto vivo.

La moda es hacer ahora a los vampiros vegetarianos y a los hombres lobo cachorros de patio con cuerpos de lavadora... Ya no representan peligro, sólo la duda de cuantos capítulos se tomará el autor para cumplir sus fantasías sexuales. ¿En serio?

Abusan tanto del romance del monstruo que ya no puedo más que girar los ojos de lo ridículo que se me hace lo normalizado que está enamorarte de tu comida.

Ahora, yo quiero hablar de algo. Las historias de vampiros que más me han gustado, en cuanto a contexto, han sido Drácula de Bram Stocker, Carmilla de Sheridam le Fanu, Los vampiros seductores de Ann Rice y Blade (sí, ese Blade de la compañía Marvel).

La razón es simple.

Drácula fue un vampiro con un único propósito: matar. Era un asesino en un sitio donde no se conocía nada del término vampírico o no estaban familiarizados con ello. Un ser muy misterioso, con un aura muy maligna; un asesino que, para variar, era feo, de aspecto horrible y su conexión con Nina Harker, lejos de ser romántica, fue su perdición, no su salvación (ironías ¿no?).

No había ningún vegetariano escondido en su interior ni brillando en la luz (sí, te hablo a ti sacrilegio llamado Crepúsculo). 

Carmilla fue otra de las obras precursoras del género vampírico y es una vergüenza que quien se dedica a este género nunca la haya leído; pues el origen de los vampiros modernos surgió de una "fusión" entre este personaje y el Drácula de Stocker (de otros relatos y novelas también, pero la inclusión de estos dos es de las más conocidas).

En pocas palabras, gracias a este personaje es que estos vampiritos modernos se cogen con lo que sea.

Carmilla era una mujer, pero no mordía a hombres, por el contrario, mordía a mujeres hasta robarles el último aliento de vida. Las jovencitas se sentían atraídas hasta un punto lésbico con la susodicha y esa atracción las convertía en víctimas de la muerte.

Nada de "te amaré y por eso te protegeré", no: quiero contigo y aún así te voy a matar.

Los vampiros de Rice. Hay quién no esté de acuerdo conmigo y lo respeto, pero a la mujer hay que darle su reconocimiento. Fue la primera en escribir desde el punto de vista de un vampiro (al menos de la que yo tenga constancia). Puso el foco en su sufrimiento, su desamor, su hambre incontrolable y esas cosas que hoy en día son más comunes y que era un tema fresco en su época. Antes nadie veía la historia desde el corazón de un vampiro hasta que Rice lo exploró.

Sí, los romantizó y los embelleció hasta despertar la ola de hormonas conocidas, pero no dejó de lado la maldición del vampiro (visto desde los ojos de Louise). Por eso hay quien cree que ella fue la precursora de la decadencia del vampiro como criatura aterradora. Juzguen ustedes mismos, porque yo nunca me he terminado su saga, me cuesta engancharme. Pero las películas, esas sí las vi.

Y por último, pero no quiere decir que sea la única excepción en el género de vampiros, tenemos a ...

Blade (el de las películas, porque no me he leído el comic) un hombre convertido en vampiro de luz cuando su madre fue mordida por uno durante su estado de embarazo. Blade vino al mundo convertido en un vampiro puro, sin haber sido mordido nunca.

Mata a otros de su especie sin encontrar el amor ni la bondad en ninguno de ellos, y hay muchas razas de vampiros: hay vampiros negros, hay bocones, de esos cuya mordida no te causa ningún placer, y hay guerra más creíble entre vampiros, humanos y entre ellos. Nada de esa pendejez de que nuestro amor puede evitar una masacre, etc, etc, etc.

De hecho, esa idea del vampiro de luz me encantó bastante y es lo que hace a Blade especial. No hablamos de si es un vampiro atractivo o no (¿a quién le importa?), hablamos de un hombre que lucha contra su propia naturaleza salvaje todos los días que sale a cazar monstruos como él. Ése es el eje de la historia y no el romance, por eso me agrada.




¿Y bien? ¿Cuál es tu punto?

Lo que tengo no es una guerra con este género, sino una guerra con el mismo cliché. No odio los recursos sobre explotados, odio que no se les den nuevos contextos y nuevas formas. El cliché no es malo, la rutina lo es, y los escritores se han quedado cómodos en el recurso del amor erótico, cuando hay más por explorar.

Quedó atrás el contexto filosófico y la búsqueda de la existencia, el significado del bien y del mal, las maldiciones, el valor moral... todo eso lo han dejado de lado para dar lugar a la necrofilia y la zoofilia indiscriminada. Y el romantizar hasta lo zalamero a estas criaturas ya va dando asco.

En la gran mayoría de las historias de vampiros ves más de lo mismo. Ya no hay asesinos sádicos, sino hormonales, y si los hay pues estos tienen que ser los malos.

En cuanto a los hombres lobo, es básicamente lo mismo que el vampiro y los sobre explotan de la misma manera; claro, con un añadido más: "el cuerpo de dios griego con pectorales fenomenales".

Sí quieren brindar una buena historia, tienen que empezar leyendo las bases de este término que se volvió tan popular. Quizá así creen algo decente y digno del terror en vez de puro fanservice romántico.

Algunas recomendaciones que puedo hacer para sacar ideas decentes son:

-Drácula 
-Carmilla
-La dama pálida (aquí sí hay un triángulo amoroso que me gusta)
-Entrevista con un vampiro
-Blade (películas porque no me he leído los comics) 
-Shiki (anime inspirado en un libro Japones mega difícil de conseguir).
-Deja a los muertos en paz
-El vampiro
-Van Helsing
-Déjame entrar (libro y película)
-Vampire hunter D (anime recomendadísimo)

No me voy a postular como una experta en el ámbito, pero sirenas, vampiros y lobos han sido de mis temas favoritos en la ficción. Sin embargo, no puedo tolerar lo edulcorado del género cuando se tocan uno de estos temas. Por favor, paren un rato y denme algo de miedo, un giro de tuerca, gore, cualquier cosa digna. Tanto amor injustificado me empalaga.

¿Es tan corriente enamorarse de su presa?

En un próximo post quiero hablar de los hombres lobo.



Esto ha sido todo por el momento.

1 comentario:

  1. Me encanto tu opinion. Ya basta de chicos guapos que se enamoran de las fea, quiero accion y no tanto amor!

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